En sábado pensando en los más pequeños
Hay cosas que ocurren en las circunstancias más insospechadas. Eventos que tienen lugar en momentos cuando nadie los espera. Situaciones que se presentan así nada más, donde nadie imaginaría que ocurriesen. Como la historia del pajarillo acurrucado en su nido sobre el vaivén de las olas en medio de furiosa tempestad. El bebé rescatado por un perro fiel de una casa ardiendo en llamas. O las más bellas flores que exhiben su colorido en lugares inhóspitos.
La historia de hoy tuvo lugar hace muchos pero muchos años, siglos mas bien. Trata de un joven apuesto que era muy dado a
los acertijos o adivinanzas. Le gustaba sorprender a sus amigos, que también se entretenían con este pasatiempo, con sus juegos de palabras y frases hechas con sentidos ocultos hasta ver quien era capaz de desentrañar el anigma y dar en el clavo con la solución.
¡Ah! pero todavía no he dicho que el joven apuesto de quien estoy hablando es uno de los personajes más conocidos entre los estudiantes de la Biblia. Y si menciono que dicho personaje fue reconocido en la antigüedad por su increíble fuerza física, ya todos sabrán que estoy hablando de Sansón, un líder de Israel que dice la Biblia, desarrollaba tan increíble fuerza física cuando el Espíritu de Dios venía sobre él. Fue así como un día, pasando junto a unos viñedos en un lugar llamado Timnat, un cachorro de león se avalanzó sobre él y Sansón, sin tener nada en la mano, despedazó al león como quien despresa un pollo.
Cuenta el historiador que algunos días después Sansón volvió a pasar por el mismo lugar donde había despedazado al león, y por curiosidad se acercó al cadáver. Cuál no sería su sorpresa cuando vio que en el cadáver del león había nada menos que un panal de miel. Sansón se quedó mirando e instantes después, sonrió.
El hombre fuerte de Israel no lo dudó más y extendiendo su brazo, tomó de la miel que vale decir era un alimento muy preciado en aquella época por su valor nutritivo. En seguida Sansón se ingenió un acertijo el cual no sería tan fácil de descubrir.
Trasladándolo a un juego de adivinanzas en nuestra época, sería algo como esto: Adivina adivinador, qué sera: "Del que come salió comida, y del fuerte salió dulzura".
¿Qué juego de palabras, no? "Del que come salió comida, y del fuerte salió dulzura". Y es que nadie se imaginaría que del cadáver de una fiera se extraería miel. Son las cosas que ocurren en las circunstancias más insospechadas. Situaciones que se dan donde nadie se imagina que puedan ocurrir.
La Biblia está llena de relatos así. Y la vida también. No todo lo malo tiene que seguir siendo malo toda la vida. De situaciones fuertes podemos extraer dulzura. Las rosas más hermosas crecen junto a las espinas. Hay cientos de historias de niños huérfanos cuya orfandad no les impidió llegar a ser médicos o abogados. Se cuenta de gente famosa que cuando eran muchachos nadie apostaba por ellos. Ha sido el caso de científicos, deportistas, artistas y presidentes de naciones, sin hablar de grandes predicadores y misioneros a quienes Dios sacó del anonimato y los envió a llevar la palabra de Dios a diferentes países.
Dice la Biblia que Dios levanta del polvo al pobre, y al necesitado enaltece desde la basura, para hacerle sentar con los nobles y hacerle poseer un trono de honor (1 Samuel 2:8 NTV). Puedes leer toda la historia de Sansón en el libro de Jueces, capítulos 13 al 16.

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