viernes, 14 de noviembre de 2014

¡ORO Y ORO Y NO PASA NADA!

¿Quién de nosotros no se ha encontrado en circunstancias, cuando decimos "oro y oro y no pasa nada"? Cuando esto ocurre debemos pasar del modo oración al modo esperar, pero ¿cuál es el significado real de esperar en el Señor? porque algunos cristianos a veces expresan algo como: "Aquí, esperando en el Señor, qué otra cosa podemos hacer" lo cual refleja mas bien desesperanza, amargura, melancolía e incredulidad y no precisamente esperanza en sentido bíblico.
Salmos 130 tiene mucho que enseñarnos al respecto.Su título es "Esperanza en que Jehová dará redención" y se presume que su autor pudo haber sido Ezequías (Ellisen, 1980).
Según el contexto -dice Matthew Henry- "la aflicción del salmista no se debe a una persecución u opresión proveniente del exterior, sino a la propia conciencia de sus culpas personales". Es uno de los llamados penitenciales (Salmos 6; 32; 38; 51; 102; 130; 143), que presentan a una persona en profunda angustia, a menudo cercana a la muerte, consciente de su pecado delante del Señor, que se acoge a la misericordia divina.
PALABRAS CLAVES DEL SALMO
Dos palabras destacan en nuestro texto: Esperar y Redención: Espero... espera... esperanza (v. 5). Espera (v. 6). Espera ( 7). Abundante redención (v. 7). Redimirá (v. 8). El término esperar viene del vocablo yachel que se traduce por aguardar, tardarse, confiar, expectativa, ser paciente, anticipar. La esperanza de los israelitas se basa en la misericordia y la fidelidad de Dios y está identificada con un nombre: Yahvé o Jehová. "De modo que Yahvé es meta, encarnación y garante de la esperanza de su pueblo". Otro vocablo es kavah traducido como "esperar" y significa literalmente "extensión de una cuerda de un punto a otro". Se trata de una metáfora en la que Dios está en un punto, el corazón humano en otro, y la cuerda extendida entre ambos es "el deseo vehemente y creyente del alma" (Adam Clarke).
El término redención viene de Padah que se traduce liberar, preservar, rescatar, redimir, librar, soltar, cortar, 'pagar rescate por'. Describe la liberación de Israel de la esclavitud egipcia (Deuteronomio 7:8) y el rescate israelita de todo pecado (v. 8). Una ilustración por demás interesante de la redención la tenemos en la ley del Antiguo Testamento del pariente redentor (Levítico 25:47-49) ejemplificada en la historia de Ruth. En virtud de esa ley, una persona que hubiese vendido una propiedad o incluso a sí misma como esclava a causa de una deuda contraída, podía recuperar tanto su propiedad como su libertad en cualquier momento, si era redimida por un pariente cercano. Tres requisitos o condiciones se requerían: parentesco, disposición del interesado y dinero para pagar el rescate.
CRISTO EN ESTE SALMO
El autor del salmo 130, dolido por su pecado, expresa su confianza en el Señor que traerá perdón y redención para todo Israel. Cristo Jesús, nuestro pariente redentor murió y resucitó pagando el rescate en favor de todas las gentes sin distingo de raza, de allí su mandato "por tanto, id" a llevar esta noticia esperanzadora a todos los pueblos del mundo. La esperanza del creyente es más que deseo vehemente o sueño del alma.
En lenguaje figurado el salmista expresa: "Mi alma espera en Jehová más que los centinelas la mañana, más que los vigilantes la mañana" (v. 6 RV 1995). Así como un vigilante espera con ansiedad la llegada de la mañana hasta ver concluida su jornada nocturna y entregar su guardia sin novedad, mayor es la ansiedad del salmista por ver la redención divina y su perdón. El paralelismo sinónimo del v. 2 expresa esa ansiedad al decir "Señor, oye mi voz" y otra vez "estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica".
RAZON PARA ESPERAR
El "pero" del v. 4 vincula este versículo con el v. 3: Si el Señor tomase en cuenta todos nuestros pecados, nadie podría estar en su presencia, pero gracias a su perdón vivimos en comunión con Él abrigando la esperanza bienaventurada de eterna redención: "Jah, si mirases a los pécados... pero en tí hay perdón..." Asimismo el "porque" del segundo verso del versículo 7 vincula esa segunda línea con la primera. Dios está dispuesto a perdonarnos pero debemos depositar nuestra confianza: "Espere Israel en Jehová, porque en Jehová hay misericordia... y Él redimirá a Israel [tu vecindario, tu comunidad, tu ciudad, tu nación] de todos sus pecados" (v. 7, 8).
UN MENSAJE VIGENTE
El Israel antiguo es un pueblo que vive bajo una relación de pacto con Dios. Se rige por las estipulaciones de la Ley de Moisés y tanto las oraciones como los salmos forman parte de su acervo religioso-cultural. En contraste, nuestra cultura occidental tiende mas bien hacía un ateismo práctico aunque se confiese cristiana. Para quienes confiamos en la Palabra de Dios revelada en la Biblia, la razón de nuestra fe y nuestra esperanza de eterna redención descansan en lo que Jesús hizo en nuestro favor, nunca en nuestras propias obras.
ESPERANZA SINONIMO DE FE, CONFIANZA
Bíblicamente esperanza pasa a ser sinónimo de fe, confianza. Esperar en el Señor no es resignarse ante la cosas que no podemos cambiar o simplemente un "puede ser", "tal vez" u "ojalá" frente al futuro incierto. Se trata de esperar "en Él" es decir, tomar su palabra como buena, creer en sus promesas como una póliza totalmente cubierta, como Letras del Tesoro a nuestro nombre. Confianza plena en nuestro Redentor, pues Él cumple lo que promete. Si hemos estado orando, pasemos del modo oración al modo esperar. Esperar en silencio delante de Dios es afirmar nuestra oración.

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