Hace algunos años escuché a un predicador el cual era bastante carismático y muy querido por los jóvenes de su iglesia. Esa noche estaba disertando sobre Romanos capítulo 12 versículo 1 donde dice el apóstol Pablo: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional".
En su exhortación a la juventud a consagrar sus vidas al Señor con base en el texto citado, este predicador quiso contextualizar el pasaje y dijo más o menos lo siguiente:
"Joven, lo que la Biblia te está diciendo es que por favor, por tu mamacita santa, presentes tu cuerpo en sacrificio vivo..."
En mi vida había escuchado semejante paráfrasis: por las misericordias de Dios = Por tu mamacita santa. Para ser sincero debo confesar que en principio admiré la facilidad o debo decir habilidad que tuvo aquel predicador para hacer masticable el versículo entre un buen número de jóvenes y adolescentes.
Más adelante caí en cuenta que aquello fue por decir lo menos una aberración. Aquel predicador en su afán de hacerse entender o quizá parecer simpático había destrozado el texto bíblico. Sencillamente lo pulverizó. Al final lo que terminó diciendo según podemos deducir de su expresión sería lo siguiente: "Jóvenes por favor, por lo que ustedes más quieran..." y demás está decir que eso no fue lo que quiso decir el apóstol Pablo a la iglesia en Roma.
Lo que dice Pablo es que en respuesta a "la compasión (misericordias) demostrada en la salvación ofrecida por medio de Cristo (caps. 1–11), el creyente debe entregarse a Dios" (LBLA, Notas).
Me preocupa sobremanera que el interés por llegarle a la juventud nos esté llevando a formar una generación de jóvenes creyentes que nunca alcancen madurez y se pasen la vida tomando biberones espirituales sin llegar a estar preparados para presentar defensa ante todo aquél que les demande razón acerca de su fe (1 Pedro 3:15). Una cosa es contextualizar el texto bíblico y otra muy distinta cambiar el significado de su terminología. Recordemos esto: Si los santos que escribieron fueron inspirados, las palabras con que escribieron también lo son.
Hermanos pastores, predicadores, maestros: Os ruego por las misericordias de Dios que no menoscabéis las riquezas inconmensurables del texto bíblico.

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